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ATENCIÓN: CLASE DE CONSULTA, JUEVES 16 HORA 14.00 EN LICEO 20.

HOLA: PARA MUCHOS, FELICITACIONES PORQUE HAN TERMINADO CON ÉXITO EL CURSO Y RECORDARLES QUE ALGUNOS MATERIALES DE LA PÁGINA LES PUEDE SERVIR PARA EL AÑO ENTRANTE.
PARA QUIENES DEBERÁN RENDIR EXAMEN (ENCOTRARÁN LAS PAUTAS Y TEMAS DEL MISMO MÁS ABAJO), TOMEN EN CUENTA QUE EL MISMO NO ES UN CASTIGO SINO UNA OPORTUNIDAD MÁS PARA APRENDER, Y QUE APRENDER ES UNO DE LOS OBJETIVOS MÁS IMPORTANTES DE SU PASAJE POR EL LICEO .
FINALMENTE PARA AQUELLOS QUE DEBAN REPETIR EL AÑO, A INTENTARLO NUEVAMENTE APROVECHANDO ESTOS MESES PARA PENSAR QUE CAMBIOS PUEDEN PERMITIRLES EL AÑO 2011 APROVECHAR MEJOR LOS CURSOS.
A TODOS: SALUDOS Y SUERTE.
Daniel Martirena
PD. de regalo, en el perfil, así era yo en 2º (tenía más pelo como verán)

jueves, 9 de septiembre de 2010

las revoluciones inglesas del siglo XVII

LAS REVOLUCIONES INGLESAS

El absolutismo de los Tudor

En el siglo XV, la Guerra de las Dos Rosas entre las dinastías de los York y los Lancaster provocó la aniquilación y agotamiento de la nobleza inglesa.

En 1485 ascendió al trono Enrique VII, el primer Tudor, proveniente de una familia que gobernaría por más de un siglo en la era del absolutismo, en el cual el disgregado poder de los señores feudales fue reemplazado por los Estados absolutos, dando comienzo a la afirmación de los Estados nacionales en Europa.

La monarquía absoluta parecía ser la única alternativa a la anarquía, y Enrique VII centralizó su dominio sobre los señores pese a las restricciones de la Carta Magna de 1215. Se creó una nueva nobleza, fiel al rey y aliada a los intereses de una burguesía mercantil en ascenso, constituyéndose la gentry (o hidalgos, una clase social por debajo de la nobleza o aristocracia inglesa) de ricos terratenientes.

Fue en esta época que comenzaron los cercamientos (enclosures) de tierras comunales y públicas para criar ovejas, y los campesinos despojados debían vagar, mendigar y robar para sobrevivir. Es el período de la transición incipiente del feudalismo al capitalismo criticada por Moro en su Utopía, y el de la acumulación originaria descripta por Marx en El capital. En 1509 Enrique VIII accedió al trono y reinó hasta 1547. La Reforma de Lutero, las cuestiones políticas con el Papa y las ventajas económicas hicieron que Enrique VIII rompiese con Roma, colocándose a la cabeza de la nueva iglesia Anglicana y centralizando aún más su poder. Suprimió los monasterios y sus rentas, que representaban alrededor de un quinceavo de las de todo el país. Distribuyó las propiedades de la Iglesia Católica, casi la quinta parte de las tierras inglesas,entre comerciantes y pequeños nobles que se incorporaron a la gentry y que dominarían la vida agraria.

La Reforma y el ascenso del protestantismo en Europa finalizaron con la idea de un gobierno universal encabezado por el Papa y produjeron una rápida disolución de los vestigios feudales. En Inglaterra comenzaron las disputas por las funciones públicas en la Corte entre los diferentes grupos nobiliarios y la burguesía en ascenso.

La última Tudor, Isabel I, reinó desde 1558 hasta 1603. Fue un período de gran prosperidad económica para la burguesía litoral que realizaba negocios marítimos y para la gentry asociada a ella. Estaba en auge la doctrina económica mercantilista, que implicaba una fuerte intervención estatal en los negocios, por lo cual la incipiente burguesía, en su mayoría puritana y hostil al anglicanismo, comenzaba a sentirse trabada por las reglamentaciones.

Los puritanos, al igual que los hugonotes franceses, eran una vertiente del calvinismo. Tenían el ideal de conservar “la autoridad de las Sagradas Escrituras, la sencillez de los servidores, y la pureza de la primitiva iglesia” ,intentando expurgar a la Iglesia Anglicana de todo vestigio de catolicismo por considerarla “romanista” o ”papista”. Desde la época de Isabel, los puritanos estaban arraigados en las clases medias urbanas y la gentry. De acuerdo a Max Weber, la particular ética de estos protestantes puede ser interpretada como uno de los factores del surgimiento y desarrollo del capitalismo.

Recordemos que la Armada Invencible española (otra ironía histórica), enviada por Felipe II para invadir Inglaterra, fue derrotada en 1588, año del nacimiento de Thomas Hobbes. Ese año marcó el declive definitivo del poderío naval español en beneficio de la flota inglesa. Comenzaba la decadencia de una España católica frente al desarrollo de una Inglaterra protestante. Fue la etapa del apogeo del poder marítimo inglés, amasándose grandes fortunas comerciales e industriales.

Los Estuardo y la Guerra Civil

Jacobo I, el primer Estuardo, ascendió al trono en 1603. Carecía de la autoridad y el respaldo de los Tudor y era un defensor del poder absoluto, la uniformidad religiosa y la persecución de los católicos, estableciendo una monarquía de derecho divino y afirmando que “a los reyes se los reverencia, justamente, como si fueran dioses, porque ejercen a manera de un poder divino sobre la tierra”.

Los monopolios que otorgó a sus favoritos trabaron aún más la libertad comercial, lo cual provocó una ruptura de la alianza entre el absolutismo estatal y el individualismo burgués, produciéndose un enfrentamiento entre la nobleza y la burguesía, que reclamaba autonomía, derechos individuales, libertad económica y religiosa.

El hijo de Jacobo, Carlos I, estuvo en el trono desde 1625 hasta 1649. Con él aumentaron los problemas con el Parlamento, y el conflicto se precipitó por una cuestión de impuestos debido a la guerra con Francia: en 1628 el Parlamento redactó una Petición de Derechos por la que se declaraba ilegal la exacción de impuestos o tributos sin su consentimiento, el alojamiento de soldados en casas particulares, y el encarcelamiento sin juicio. Estas eran medidas defensivas que remitían a la tradición política inglesa de protección de los derechos individuales y de la propiedad en un ambiente de gran intranquilidad política. Frente a los crecientes problemas, Carlos I decidió disolver al Parlamento en 1629 e implantó su fórmula de gobierno: la monarquía absoluta.

En 1632 nació John Locke. Carlos I impuso un nuevo impuesto sobre los buques, depuró a la Iglesia Anglicana de “puritanos” y dio a ésta un carácter más “romanista”. Además, permitió realizar fiestas en los días domingo, lo cual provocó una fuerte oposición, descontento y emigración entre los puritanos. Existía un claro ambiente general subversivo y revolucionario.

A principios de la década de 1640 comenzó la Guerra Civil inglesa, que decidiría la cuestión suprema acerca de la autoridad política: monarquía absoluta o Parlamento. El rey fue apoyado por la nobleza, los grandes terratenientes, los católicos y los anglicanos en contraposición al Parlamento, apoyado por la gentry, los pequeños terratenientes, la burguesía comercial e industrial y los puritanos.

La última crisis de la Guerra Civil se produjo en 1649, cuando Carlos I fue ejecutado, se suprimió la Cámara de los Lores (nobles), y Cromwell, que lideraba a todas las capas comerciales y burguesas, destruyó los principales vestigios del feudalismo en Inglaterra. Entre 1649 y 1658 se instauró la república o Commonwealth de Cromwell; Hobbes publicó el Leviatán en 1651.

Cromwell era el Lord Protector de la República, pero restableció una fórmula absolutista disolviendo al Parlamento pues “Jehová ya no necesitaba de sus servicios”.

Además, los intentos de rebelión fueron cruelmente reprimidos como “el castigo justo impuesto por Dios a los bárbaros miserables”, eliminando asimismo a los grupos extremistas, democráticos y radicalizados de su Nuevo Ejército, como los Niveladores (Levellers), Cavadores (Diggers) y otros.

Se mantuvo en el poder pese a su fórmula absolutista, porque su base de apoyo social y religiosa -burguesía y puritanismo- era diferente a la monárquica -nobleza y anglicanismo-. Además poseía un poderoso ejército de Santos o Ironsides, concedió importantes ventajas comerciales a la burguesía (Ley de Navegación de 1651 y tratados comerciales con Holanda y Francia) y obtuvo importantes victorias militares frente a Holanda y España.

Al morir Cromwell en 1658, había un clima de anarquía general. Los realistas consideraban a los seguidores de Cromwell como usurpadores, mientras que los parlamentarios estaban en contra de la monarquía disfrazada de sus partidarios.

La única solución posible parecía ser la restauración de los Estuardo, por Lo que Carlos II fue invitado por el Parlamento a volver a Inglaterra.

La Restauración y la Revolución Gloriosa

Con el regreso de Carlos II se inició el período de la Restauración (1660-85), inclinándose por un Estado absolutista similar al descripto en el Leviatán y una fuerte propensión hacia el catolicismo. En 1668 Hobbes publicó Behemoth, historia de las causas de la guerra civil en Inglaterra. En 1675 Locke emigró a Francia, y regresó a Londres en 1679, año de la muerte de Hobbes y de la proclamación de la Ley de Habeas Corpus por el Parlamento.

No se resolvía el problema básico en relación con el poder, esto es, la Contraposición entre gobierno real absolutista o gobierno parlamentario, pero en ese momento ya estaba asegurada la supremacía social y económica de la burguesía, la cual estimaba que la estructura del Estado debía descansar en el poder legislativo (Parlamento) y no en el poder ejecutivo real. La fuente del poder provenía de un nuevo principio político: el contrato, que debía prevalecer sobre la doctrina de la monarquía de derecho divino.

La muerte de Carlos II llevó al trono a Jacobo II (1685-88), católico declarado que pretendía el poder absoluto y que desafió frontalmente a la burguesía.

En 1688 los protestantes ingleses se rebelaron en contra de la tiranía católica y Jacobo II huyó a Francia. Este episodio desencadenó lo que se conoció como la “Revolución Gloriosa” de 1688-89.

Esta Revolución se produjo cuando el Parlamento logró que Guillermo de Orange y su esposa María regresaran a Inglaterra en noviembre de 1688 con una poderosa flota. Este rey protestante, en una incruenta incursión, ganó su corona con el apoyo de los Whigs (liberales) -para quienes el derecho del monarca provenía de un contrato entre la nación y la monarquía- e incluso de los Tories (conservadores), quienes, aunque favorecían la autoridad del rey sobre el Parlamento, percibían las inconveniencias del monarca ”papista” Jacobo II.

El Parlamento adoptó la Declaración de Derechos (Bill of Rights) que limitaba el poder de los monarcas y garantizaba el derecho del Parlamento a elecciones libres y a legislar. Además, el rey no podía suspender al Parlamento ni imponer impuestos o mantener un ejército sin la aprobación del mismo. También se aprobó la Ley de Tolerancia, por la cual se garantizaba la libertad de cultos.

En 1689 Locke publicó sus dos obras más importantes: Dos tratados sobre el gobierno civil, considerado como una justificación teórica de la Revolución Gloriosa y un clásico del liberalismo, y el Ensayo sobre el entendimiento humano.

Las consecuencias de la Revolución Gloriosa fueron por lo tanto muy importantes, pues se trató del triunfo final del Parlamento sobre el rey, marcando el colapso de la monarquía absoluta en Inglaterra y dando el golpe de gracia a la teoría del derecho divino a gobernar. Contribuyó a los ideales revolucionarios estadounidensesde 1776 y franceses de 1789, incorporándose la Declaración de Derechos a las diez primeras enmiendas de la Constitución estadounidense y a la Declaración de los Derechos del Hombre y del Ciudadano.

Esta pacífica revolución señaló el triunfo definitivo de una nueva estructura social, política y económica basada en los derechos individuales, la libre acción económica y el interés privado, creando las premisas políticas para el ulterior desarrollo del capitalismo en Inglaterra. Fue la culminación de un proceso que comenzó con la Guerra Civil y que benefició los intereses de la burguesía eliminando gran parte de las supervivencias feudales. La contracara de este triunfo burgués fue la derrota de sus movimientos más radicalizados y democráticos como los Niveladores, Cavadores y otros.

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